Hipotalamo e hipofisis
La función de los testiculos no es autónoma, sino que está controlada por el eje hipotálamo-hipófiso-testicular. En el hipotálamo se segrega la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH) que estimula la producción hormonal por el lóbulo anterior de la hipófisis (la adenohipófisis): la hormona foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH).
La secreción de la GnRH y su ritmo son modulados por numerosos neurotransmisores.
Los impulsos alfaadrenérgicos estimulan la secreción de GnRH. La noradrenalina y las prostaglandinas aumentan la secreción hipotalámica.
Los impulsos betaadrenérgicos y dopaminérgicos poseen una acción inhibidora de la secreción de GnRH. Las endorfinas, la testosterona, la progesterona y la prolactina, segregada en situaciones de estrés, disminuyen la secreción de GnRH.
La GnRH es liberada por el hipotálamo de forma pulsátil, con picos cada 90-120 minutos. Este tipo de liberación resulta esencial para el efecto estimulador de la secreción de gonadotropinas. Una administración continua de GnRH frenaría la secreción hipofisaria. La amplitud y la frecuencia de los pulsos de GnRH condicionan los niveles de FSH y LH segregados por la adenohipófisis y, a su vez, la función gonadal.
Las hormonas hipofisarias estimulan las funciones testiculares: exocrina y endocrina.
Por otra parte, y debido al proceso de retroalimentación negativa, las hormonas producidas en el testículo ejercen efectos inhibidores sobre la secreción de la FSH y la LH
La GnRH es segregada en el hipotálamo en cantidades regulares cada 90 a 120 minutos.
El hipotálamo controla la función testicular mediante la GnRH al estimular las hormonas hipofisarias LH/FSH.
La LH regula y estimula la biosíntesis de testosterona en las células de Leydig, localizadas en el intersticio testicular.
La FSH estimula la espermatogénesis al actuar sobre las células de Sertoli, localizadas en los túbulos seminíferos.
Ruben Gonzalez Rodriguez
Masmusculo Camino Ronda