CALAMBRES MUSCULARES
El músculo esquelético es el tejido afectado con mayor frecuencia en las lesiones deportivas. Las
lesiones musculares por acortamiento incluyen los calambres, los cuales constituyen uno de los
problemas clínicos más comunes entre los atletas, los calambres son contracciones involuntarias
dolorosas y espasmódicas del músculo esquelético, la verdadera incidencia de este trastorno en
los deportistas se desconoce, en los maratonistas varía entre 30-67% y en los tenistas, se
considera una afección muy frecuente.
El diagnóstico y tratamiento de los calambres musculares no han sido aún
dilucidados con certeza, pueden aparecer en el curso de diversas enfermedades, sin embargo, la
mayoría de los deportistas con este cuadro no presentan otras afecciones.
Existe aún gran controversia acerca de la clasificación de los calambres musculares, se realizó una
clasificación patogénica de este trastorno y establecieron tres categorías de calambres:
parafisiológicos, idiopáticos y sintomáticos.
Los primeros se caracterizan por presentarse en personas sanas en situaciones particulares, como
el ejercicio o el embarazo.
En los calambres idiopáticos el trastorno muscular es el síntoma principal de una enfermedad en
general, poco conocida, pueden ser esporádicos o hereditarios y no suelen asociarse con
alteraciones cognitivas, piramidales, cerebelosas o sensitivas, en la mayoría de los casos se
supone que tienen un origen central neuronal a nivel de la motoneurona somática.
Los calambres sintomáticos son manifestaciones de una enfermedad basal.
Numerosas enfermedades pueden cursar con calambres musculares (calambres sintomáticos), si
bien el deportista con calambres no suele presentar estas enfermedades, el desafío para el médico
es determinar si se trata de un calambre asociado con el ejercicio o de un calambre sintomático.
Diversas afecciones del sistema nervioso central y del periférico se asocian con los calambres, la
enfermedad de Parkinson avanzada suele producirlos, al igual que la esclerosis múltiple, también
se presentan con frecuencia en las neuropatías periféricas, casi siempre precedidas de
fasciculaciones, de manera espontánea o desencadenadas por una contracción muscular, las
radiculopatías son causa común de calambres nocturnos en las piernas, lo cual podría deberse a
inestabilidad vertebral segmentaria L5-S1 y a la compresión radicular consecuente.
La aparición de calambres musculares durante el ejercicio intenso es distintiva de las miopatías
metabólicas causadas por deficiencias en el metabolismo de la glucosa, las deficiencias en la
oxidación de los ácidos grasos y los trastornos mitocondriales se presentan durante la ejercitación
prolongada, la presencia de mioglobinuria puede orientar hacia este tipo de enfermedades poco
frecuentes, otras evaluaciones útiles son la prueba de isquemia del antebrazo, el electromiograma
y la velocidad de conducción nerviosa, y la biopsia muscular (histología, actividad enzimática y
examen del DNA).
Los calambres son frecuentes en los personas con enfermedades arteriales obstructivas crónicas y
en los pacientes con insuficiencia venosa. Si el cuadro clínico lo sugiere, los estudios
arteriovenosos la ecografía Doppler está indicada en la evaluación inicial del deportista con
calambres recurrentes, la disminución plasmática de magnesio puede contribuir a la patogenia del
calambre por insuficiencia vascular.
Las personas con hipotiroidismo, con miopatías o sin ellas, presentan intolerancia al ejercicio y
calambres, con frecuencia debido a trastornos de la cadena oxidativa, los que tienen diabetes
mellitus suelen padecer calambres durante el ejercicio y también nocturnos, que no estarían
relacionados con la presencia de neuropatía.
Los desequilibrios hidroelectrolíticos han sido históricamente asociados con los calambres
musculares, la reducción del magnesio y del calcio ionizables en plasma produce calambres
musculares intensos (tetania), en las formas leves tienden a ser distales, aunque pueden involucrar
cualquier músculo, excepto los extraoculares, estos calambres se atribuyen a la despolarización
inestable axonal, Las personas dializadas sufren calambres debido a la hiposmolaridad plasmática.
Si bien la hipopotasemia puede provocar calambres musculares y trastornos miocárdicos, la
deficiencia verdadera de potasio es poco frecuente, aunque puede observarse en pacientes que
utilizan diuréticos, la hiponatremia produce alteraciones neurológicas serias, incluidos calambres
musculares, la deshidratación rápida causada por diuréticos, diarrea, vómitos o sudoración puede
producir calambres, los ocurridos en ambientes calurosos tendrían estos mismos sintomas.
Otra causa relativamente frecuente es el consumo de medicamentos, como hipocolesterolémicos
(clofibrato, fenofibrato, bezafibrato), antihipertensivos (diuréticos, betabloqueantes, bloqueantes de
los canales del calcio, inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina), betaagonistas
(terbutalina, salbutamol), insulina y anticonceptivos orales, así como las altas dosis de alcohol,
entre otros, la creatina es un aminoácido muy usado por los deportistas, su consumo ha sido
asociado de manera anecdótica con varios efectos adversos, entre ellos, los calambres
musculares, si bien no se ha demostrado científicamente una correlación patogénica se
recomienda suspender su administración en los pacientes con calambres o con otros factores de
riesgo.